miércoles, 19 de noviembre de 2008

Guadalajara, destino turístico

Como cada semana, al montarme en el tren, abro mi ejemplar de Nexotur ("Periódico profesional de la nueva agencia de viajes", como ellos mismos se denominan) y me sorprendo al ver en página 2, el titular "La fortaleza de Guadalajara como destino turístico". Los pelos como escarpias, oye.

Se trata de un artículo de opinión de Isabel Nogueroles, concejala de cultura y turismo del Ayuntamiento de Guadalajara.

Devoro el artículo por lo insólito, y me encuentro un publirreportaje en el que se desgranan los encantos de la capital de la provincia. Un breve recorrido por el Infantado, Palacio de la Cotilla y Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo, una mención al Cuentacuentos, el Tenorio Mendocino y el Solsticio Folk, hueco para hablar (completamente apropiado para un periódico cuyos lectores son básicamente agencias de viajes) sobre la oferta de alojamientos de la ciudad, sin olvidar la gastronomía. En definitiva, un artículo muy completo, en el que, por criticar, diría que echo en falta la imagen de la ciudad como un trampolín para conocer los encantos de la provincia (que podría ser un buen gancho de visitantes) y, por rizar el rizo, que habla de Guadalajara como "capital de la Alcarria". Seguimos liándonos. Por lo demás, impecable. Me alegra ver que Guadalajara deja de pasar desapercibida, al menos por esta vez.

lunes, 3 de noviembre de 2008

¿Es que el castellano no es lo suficientemente rico?

Cada día descubro, escuchando la radio, leyendo el periódico, y especialmente en mi trabajo, una tendencia, vicio, costumbre absurda, que se extiende como un virus, haciéndome a veces reír por lo ridículo de las situaciones, y otras muchas enfadarme por el atentado contra nuestro idioma que suponen.

Se trata de, de manera aleatoria, sustituir términos que en castellano cuentan con sus términos propios por otros en inglés, que significan exactamente lo mismo, por el mero hecho de que suena más moderno, más cool (dicho en su idioma)... en fin, he de decir que desconozco el motivo por el que se hace.

Soy consciente de que en algunas ocasiones es prácticamente imprescindible el uso de términos en inglés, debido a que se han generalizado en nuestro día a día. No se me ocurriría reírme si alguien utiliza la palabra marketing ó el término bus, ya que sus traducciones al castellano no se han utilizado prácticamente nunca, y de hecho podrían resultar incluso confusas.

Curiosamente es en el ámbito empresarial donde más se practica este hábito, especialmente si hablamos del mundo de la tecnología. Un compañero mío hablaba hace poco de que tenía que hacer un match entre la base de datos antigua y la actual. Y le dije yo... ¿por qué no "cruzar", que significa lo mismo?. Lo curioso es que en algunos casos, como este, incluso se llega a utilizar la raíz inglesa conjugando el término en castellano. Esto nos lleva al verbo "matchear": yo matcheo, tú matcheas, él matchea...

En otra ocasión, se hablaba de hacer llegar un obsequio a ciertos clientes o proveedores. Estábamos en la fase inicial de la idea cuando alguien preguntó "¿Y qué vamos a regalar?". La respuesta que recibió fue "Realmente no es un regalo, sino un gift". Ah... ahora ya me queda más claro.


Pero la gota que colma el vaso está en esa gente, gurús (o eso creen ellos) de la comunicación, que crea dentro de cada frase una fusión que volvería loco a cualquier traductor simultáneo, en la que el castellano y el inglés conviven casi a empujones. Hace poco, vi en una presentación esta frase: "La reason why de este proyecto es convertir nuestra marca en el top of mind de los heavy users". Y no lo puedo evitar... me da la risa, y automáticamente después pienso "¿No será más sencillo decir que el objetivo del proyecto es convertirnos en la marca de referencia para los usuarios avanzados?.

En fin... una pena que con lo rico que es nuestro idioma, el castellano, lo disfrutemos tan poco.