Hoy, 20 Minutos publica una entrevista a un diputado del PP por Canarias, Guillermo Mariscal, que presume de ir cada día al Congreso en bici.
Mi más sincera enhorabuena, don Guillermo, es usted todo un afortunado.
Dice el amigo, muy acertado él, que "si un diputado va en bici al trabajo, cualquier persona puede hacerlo". Y, pienso yo: "¡tócate los h...!". Es como si le digo a mi abuelo, con sus 90 años: "Si yo puedo estar 3 días seguidos de fiesta, ¿por qué no vas a poder tú?". Vamos, que al leerlo, de buena mañana, montada en el tren, 2 horas antes de mi hora de entrar a trabajar, me he acordado de toda su parentela.
Y digo yo: la frase "si un diputado puede, puede cualquiera" ¿la diría pensando "si yo, que soy guay, voy en bici, por qué no va a ir un currela?". Quiero pensar que el razonamiento viene por motivos de seguridad.
Señor Mariscal, le recuerdo que, según recientes estudios de distintos sindicatos, el tiempo y la distancia al trabajo crecen cada vez más, y que la media en tiempo para llegar al trabajo en Madrid está en 50 minutos. ¿Podría usted decirme por qué carril bici podría ir, por ejemlo, mi amiga María, que vive en Aluche y trabaja en Alcobendas, o mi compañero Vicente, que vive en Fuenlabrada y trabaja en Aravaca, o yo misma, que tengo 50 kilómetros de distancia de casa al trabajo?.
Baje de la nube... pero con cuidado, no vaya a hacerse daño, y recuerde que no todo el mundo vive a 6 paradas de metro de su trabajo, ni todo el mundo entra a trabajar a las 10 de la maÑana (daría gusto verle pedaleando a las 5, cuando muchos "ponen las calles") ni todo el mundo tiene un despacho donde dejar su bici.
No obstante, que le aproveche el paseo...