Me he encontrado en la web de TopRural una reseña sobre pueblos abandonados en España. Los datos dicen estar obtenidos del nomenclátor oficial del Instituto Nacional de Estadística, y que, según ellos, consideran núcleos abandonados a aquellos conjuntos de al menos 10 edificaciones. Me parece un tanto confusa la definición, ya que parece lógico pensar que un pueblo abandonado es más bien aquel en el que no vive nadie y cuyas calles, plazas y casas están en estado de abandono.
Es curioso ver cómo el número de despoblados es mayor en las comunidades del Norte (Galicia, Asturias y Castilla y León), siendo muy escaso, por ejemplo, en Cantabria, Extremadura, Euskadi y La Rioja:
- Andalucía: 163 pueblos.
- Aragón: 92.
- Asturias: 525
- Canarias: 76
- Cantabria: 4
- Castilla y León: 234
- Castilla-La Mancha: 44
- Cataluña: 147
- Extremadura: 26
- Euskadi: 11
- Galicia: 883
- Madrid: 185
- Murcia: 84
- Navarra: 77
- La Rioja: 10
- Comunidad Valenciana: 62
Por una vez, podemos decir orgullosos que nuestra provincia no destaca especialmente dentro de la lista, situándose en el puesto número 26 en cuanto a pueblos abandonados, precedida por provincias como Asturias, A Coruña, Lugo, Madrid, Salamanca, Pontevedra, Ourense, Murcia, Navarra, Girona ó Huesca.
15 son los núcleos despoblados que se cuentan en Guadalajara, junto a los 13 de Soria, 27 de Zaragoza, 14 de Teruel, 3 de Cuenca, y 185 de Madrid. Aquí está el listado completo de pueblos abandonados de Guadalajara, acompañados, entre paréntesis, del ayuntamiento al que pertenecen:
En plena comarca de la Sierra Norte de Guadalajara, a medio camino entre los municipios de Monasterio y Muriel, el pueblo de Jocar, perteneciente en la actualidad al término municipal de Arbancón, fue adquirido, hace más de 35 años, por ICONA, quien lo demolió por completo.
La aldea de Picazo pertenece al ayuntamiento de Budia, en plena comarca de la Alcarria, muy próximo a la zona del Mar de Castilla. Estuvo poblada hasta 1982, si bien en la actualidad solo se mantienen en pie 2 de las 11 casas que tuvo en el siglo XIX. En la plaza, puede observarse, ya seco, el olmo donde se reunían los vecinos, mientras que el resto de las viviendas, al igual que la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, se encuentran en ruinas.
Aunque en 1950 el censo de Matallana contaba con unos 200 habitantes, las malas comunicaciones de la aldea con los pueblos cercanos (que se limitaban a una estrecha pista por la que solo se podía circular a pie o en burro) hicieron que en los años 70 el pueblo quedase desierto. Con motivo de la concentración parcelaria de los años 70, el pueblo pasó a pertenecer a ICONA, pasando después a manos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y al Colegio de Arquitectos de Guadalajara. Desde hace ya más de 20 años, este bellísimo pueblo, en plena Sierra Norte de Guadalajara, está ocupado por una pequeña comunidad, que lo mantiene vivo. ¡Mucha suerte y todo mi apoyo!.

Es curioso ver cómo, desde fuera, la historia del pueblo de Matallana puede leerse de formas tan diferentes. Igual soy una hippie frustrada, pero cuando pienso en esta gente, en el fondo me queda un ligero sabor de boca a envidia. Vivir sin respirar humo, sin aglomeraciones, sin que la ropa que llevas puesta diga nada de tí... Pero, sobre todo, lo que queda en mi es pensar en lo trágico de abandonar un pueblo, salir de él con tus cosas a cuestas pensando que nunca volverá a ser lo que era.
Y digo ésto porque me he encontrado con un artículo de El País, del año 1993, en el que la visión que se da, entre líneas, de los habitantes actuales del pueblo, es muy distinta. Además, aprovecho para dejar constancia de un grave error (parece que en esta tierra nos estamos acostumbrando a que todo el mundo piense que toda la provincia es Alcarria, a que Torija se llame Torrija y otras barbaridades varias...), puesto que en el artículo se habla de la "ruta de la Teja Negra de Guadalajara", en lugar de la ruta de la "arquitectura negra" o los "pueblos negros".
Más información en Paredes de Buitrago, Wikipedia y Okupación Rural.
El pueblo de La Vereda, en las estribaciones de la sierra de Ayllón, es el lugar en el que he visto, hasta ahora, los paisajes más bellos de esta provincia.
La aldea tuvo que ser deshabitada debido a la construcción del embalse de El Vado, en los años 70, siendo expropiada por el Estado.
Aunque el pueblo se encuentra abandonado desde entonces, la Asociación Cultural Hijos de La Vereda se preocupa, desde finales de los 80, de que el pueblo, su historia y sus costumbres no caigan en el olvido, y organizan, en el mes de junio, las fiestas patronales en honor a San Pedro.
Más información sobre La Vereda:
- Una imagen panorámica de la aldea en MundoFree
- Noticia sobre La Vereda en Guadalajara DosMil
- La Vereda en Wikipedia.
El despoblado de Fraguas se encuentra próximo al de Monasterio, en la comarca de la Sierra Norte de Guadalajara. Lleva abandonado ya varias décadas, durante las cuales sus vecinos acuden, cada 1 de noviembre, a reunirse para rendir culto a sus difuntos, ya que el cementerio es uno de los pocos edificios que se mantienen en pie.
Hontanillas es un pequeño pueblo en mitad del monte, muy cerca de la localidad alcarreña de Pareja. Quedo abandonado en los años 60, y ha vivido ya 3 intentos de repoblación. Uno de ellos, de una asociación dedicada a la rehabilitación de toxicómanos, otro, por parte de un bohemio vasco, que finalmente se marchó. La última noticia que tenemos de repoblación, viene de mano de una pareja madrileña que pretendió crear en Hontanillas un centro de turismo rural orientado al público gay. Desconocemos si el proyecto llegó a prosperar o no.
De la iglesia parroquial quedan aún en pie algunos muros, así como la bóveda sobre el altar, y algunos relieves y dibujos.
Más información sobre Hontaillas en Abandonalia y Nación Gay.
El poblado de Valdelloso, del que actualmente queda poco más que una paridera y pequeños vestigios de sus calles, probablemente sea el pueblo abandonado más antiguo de la provincia (ordenándolos por fecha de abandono, se entiende), ya que fue abandonado en la Edad Media con motivo de una peste. Se encuentra entre los municipios de Córcoles y Casasana, en la comarca de la Alcarria.
Curiosamente, en otro post de esta misma semana hemos hablado ya de este pueblo. Os remitimos al mismo, para más información: Villaescusa de Palositos en Zumo de Piedras.
El despoblado de Las Cabezadas, perteneciente al Ayuntamiento de Semillas, se encuentra en plena Sierra Norte de Guadalajara.
Igual que en el caso anterior, poco (o nada) sabemos de la historia de Robredarcas, más que se encuentra despoblado en la actualidad, y que pertenece al Ayuntamiento de Semillas.
El pueblo de Torrecilla del Ducado se encuentra practicamente despoblado, como resultado del éxodo rural que arruinó esta provincia en los años 60. Se encuentra junto al municipio de Sienes, a tan sólo 2 kilómetros del límite con la provincia de Soria.
El pueblo de Bujalcayado fue fundado en el siglo XVIII, para dar servicio a las salinas que producían para la corona. Contaba con varios almacenes, casetas para los aperos, una ermita, y viviendas para los trabajadores.
Desde hace más de 30 años, son solo 2 las personas que habitan el municipio: Luis y Leonardo. El Mundo les dedicó hace tiempo este reportaje.

Más información sobre la despoblación en la comarca de Sigüenza y Atienza en Histgueb.
Pedanía también de Sigüenza, Matas se encuentra despoblado, entre las localidades de Riosalido y Ures. Tuvo la aldea una iglesia románica del siglo XII, de la que hoy tan sólo quedan ruinas, dentro de la cual se veneraba una virgen románica de la Baja Edad Media, que hoy se conserva en el Museo Diocesano de Sigüenza.

Escondido entre densas arboledas, pertenecientes al término municipal de Sienes, se encuentra el despoblado de Querencia, que lo es desde que el éxodo rural lo dejase despoblado en los años 60. Quedan aún en pie algunas viviendas y las ruinas de una iglesia románica.
El pueblo de Sacedoncillo se encuentra junto a la aldea de Muriel, dentro del término municipal de Tamajón.

Desde Zumo de Piedras, mi más sincero homenaje a todos aquellos que, de una u otra manera, han colaborado en la reconstrucción, mantenimiento y resurgir de todos estos pequeños pueblos.
Echo en falta en esta lista a todos esos pequeños pueblos que perecieron bajo las aguas e un pantano, o por cualquier otra causa. Como enamorada de mi pueblo (Gajanejos, por si aún no lo he dicho, el cual también tiene por detrás toda una historia de destrucciones y reconstrucciones varias), y del medio rural en su conjunto, un homenaje y todo el ánimo del mundo.