Qué bien, el mundo del ocio está de enhorabuena. Estupendo, ya tengo que hacer en 22 de los 52 fines de semana del año que viene. Cogeré el coche para, después del atasco, aparcar en un parking sobreutilizado junto a la M-40, la N-II o la carretera de Andalucía. Caminare con billete de ida y vuelta por los pasillos del centro comercial, después de alguno que otro traspiés y empujón (después de toda la semana en el metro, mi cuerpo necesita de ellos el fin de semana), entrare a un par de tiendas de Inditex, iré al cine, y comeré un poco mas de comida basura (con los menús del día de 12 euros no tengo suficiente), para volver a salir del parking, sin pasar de segunda, y volver a casa con 50 o 60 euros menos en el bolsillo, sin haber visto ni oído nada nuevo, y sin haber respirado ni un milímetro cúbico de aire de verdad.
Y es que el madrileño es un personaje tan tan tan peculiar que gasta sus fines de semana en esos lugares que, durante los últimos años, han salido en las cunetas de nuestras carreteras cual cardos borriqueros.
Ahora, la Comunidad de Madrid, siempre preocupada por el ocio de sus ciudadanos, esta valorando la posibilidad de ampliar de 20 a 22 el numero de domingos y festivos laborales durante los cuales podrán abrir los comercios de mas de 300 m2.
Como diría Luis del Val "aleluya para hoy". Mi mas sincero pésame para los trabajadores de las grandes superficies, quienes tendrán 2 fines de semana menos en el año, y para quienes se tensa la cuerda un poquito mas: jornadas maratonianas, mas de 10 días de trabajo sin descanso, y un largo etcétera. Un paso mas en detrimento de los derechos de los trabajadores, y en favor de los empresarios. Dependientas de Bershka, guardias de seguridad, personal de limpieza, camareros... no olviden esto cuando lleguen las próximas autonómicas.
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