El Obispo, los abusos y la homosexualidad

Este señor con cara de vivir en paz es sido el autor de las últimas declaraciones polémicas por parte de un miembro de la Iglesia sobre la homosexualidad y otros temas de interés.

Durante la pasada Nochebuena, el señor Bernardo Álvarez, en una entrevista con un periódico local, comentó que "en ocasiones, el abuso a menores se produce debido a que hay niños que lo consienten". Señor Álvarez ¿tiene usted (que podría ser, por qué no) hijos?, ¿sobrinos?, ¿primos?. Cómo es posible decir semejante barbaridad... Así que ahora resulta que son los niños los que tienen la culpa de los abusos a menores. Y, desde este punto de vista ¿cómo propone usted que se deberían evitar?. Siguiendo con el mismo tema, comenta que "Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y además, deseándolo, incluso si te descuidas te provocan". A mi esto me suena a vivencia en primera persona... Señor Álvarez, el consentimiento del menor, según la ley, no exime al mayor de edad de su culpa, se supone que precisamente por eso los menores no son al 100% dueños de sus actos.

Cambiando de tema, pero en la misma línea de delirio, comenta que "hoy en día hay que tener mucho cuidado porque no se puede decir que la homosexualidad se sufre o se padece, no es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia o una deformación de la naturaleza propia del ser humano". No es que no se pueda, que cada uno (usted lo sabe bien) es libre de decir lo que le venga en gana, es que es una mentira. ¿Quién le ha dicho a usted (me lo puedo imaginar... vaya pregunta retórica) que la homosexualidad es una enfermedad, una carencia, o una deformación. Lo puede usted decir, señor Álvarez, exactamente igual que puede decir que los burros vuelan o que las ballenas corren por el desierto.

Y como perla de la entrevista... volvemos a mezclar churras con merinas: "No hay que confundir la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio, la que lo hace así es como practicar el abuso de menores, lo hace porque le atrae la novedad, una forma de sexualidad distinta".