El sector turístico ha cambiado radicalmente durante los últimos años, y no cabe duda de que uno de los principales resortes de ese cambio ha sido Internet. Han surgido numerosas agencias de viajes que operan a través de la Red, a día de hoy ya consolidadas en el mercado.
Surge a la vez un nuevo viajero, ese que todo lo hace on-line: reservar, pagar, facturar y, si se da el caso, también reclamar. Pero queda también un sedimento, tanto de viajeros como de profesionales del sector, que se resiste a ese cambio.
Y ahí tenemos al periódico especializado Nexotur, que se autodefine como "periódico profesional de la nueva agencia de viajes" y, sin embargo, sigue negando la evidencia de que el comercio electrónico de viajes en España es una realidad que, además de facturar muchos millones de € al año, mueve a casi una cuarta parte de los pasajeros aéreos del país.
Dentro de su particular cruzada contra el mundo on-line, publica Nexotur, en su edición del 3 de Diciembre, la píldora que transcribimos a continuación, con comentarios entre paréntesis.
Internet es un canal que ha traído a las empresas del Sector Turístico numerosas ventajas (empezamos ya olvidándonos de las empresas turísticas que operan sólo en Internet). Con el pueden ofrecer sus productos y servicios a todas las personas del mundo y permitir su reserva online (¿Acaso hemos de entender que para Nexotur son estas las únicas ventajas de la compra on-line?). Pero también conlleva varios problemas que hay que tener en cuenta si se quiere hacer un uso eficiente y rentable de la Red (bien, veamos). El primero de los problemas es el alto coste de las inversiones que se tienen que realizar para estar presente en Internet (¿más que una oficina en el centro comercial de turno, o en la calle más comercial de la ciudad?). Otro es la competencia entre las páginas web (claro, como la competencia entre las agencias de viaje de calle, dígame usted un sector en el que no haya competencia...), su diseño (olvidan ustedes la diferencia en un cambio de diseño en una página web y un cambio de imagen de una oficina, por no hablar del tiempo que se tarda en hacer uno y otro, o de la imposibilidad de medir el buen funcionamiento de un diseño en una oficina), su estructura, su presentación, sus imágenes... (¿Cuál es el problema?. No entiendo) y no sólo una competencia en el mercado. Otro problema es la seguridad del sitio, que hay que invertir en sistemas de protección (efectivamente, donde unos invierten en sistemas de seguridad, y guardias jurados, otros invierten en seguridad de transacciones electrónicas). Y por último, otro de los problemas que pueden aparecer son las caídas de los servidores, por lo que, además de invertir en seguridad y diseño de la web, hay que hacerlo en plataformas que soporten el flujo de visitantes y contenidos (lo que podría ser el equivalente a un sistema de protección contra incendios, robos, inundaciones, etc. en una oficina de calle). Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.
Ahí queda eso; bajo mi juicio, no demuestra más que un amplio desconocimiento del sector viajes y, lo que es más importante, un intensísimo miedo a lo desconocido.
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2 comentarios:
Hasta que no se den cuenta los peces gordos de que les están comiendo por los pies, no se llevarán las manos a la cabeza y verán que aunque usen la técnica del avestruz ( es decir, esconder la cabeza y pretender así que el mundo ha dejado de girar a su alrededor, lo que realmente ha sucedido es que han perdido un tiempo precioso para actualizarse y ampliar sus cuotas de mercado y su público objetivo a través de la red.
Así va España...
Es cuasi-imposible que se implante nada online, y menos en nuestra tierra... si lo sabré yo, que he estado en las 3 iniciativas más grandes al respecto, y ninguna cuajó... todas se dejaron morir de una u otra forma... y eso siendo los más avanzados tecnológicamente y con mayor cantidad de información de la época de toda españa, incluso por encima de TurGalicia.
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